Obsesionada con los cascanueces

Ya estoy inmersa en la preparación de nuestra Navidad, visitando blogs, escuchando música para inspirarme, y eligiendo mentalmente la colocación de los adornos en nuestro salón. Lo que más me entretiene es cómo hacer que las viejas guirnaldas y coronas se vean con nuevo esplendor, quitando o añadiendo adornos aquí y allá, o bien enrollando cintas que hagan que todo parezca nuevo. Después le toca el turno a la colocación del grueso de los adornos. Decidir dónde los pondré este año para no caer en la rutina es la parte que más tiempo me lleva, y, seamos sinceros, no siempre el resultado es el que me gustaría, pero disfruto igualmente. 



Y de un tiempo a esta parte me reconozco totalmente obsesionada por los cascanueces navideños, sí, ya sabéis, esos que se inspiran en el cuento de 1816 escrito por el alemán Ernst Theodor Amadeus Hoffman, "El cascanueces y el Rey de los ratones". Los veo en todas partes, en mis tiendas de decoración y DIY de referencia, o en películas sobre la Navidad que, inexplicablemente, ponen estos días en diferentes canales españoles. Por cierto, ¿alguien sabe por qué aquí ponen en la tele pelis de temática navideña en noviembre, y en diciembre ya no puedes ver ninguna?  Es que es llegar las semanas claves de nuestra Navidad y se programan películas como "El Hobbit" o "El Príncipe de Zamunda", pero nada de cursiladas navideñas totalmente propias de la época. ¡Qué misterio!.



En fin, volviendo a mis cascanueces navideños, hace un tiempo no me gustaban nada, me parecían hasta un poco siniestros con esos dientes dibujados de manera tan detallada. Pero ahora, ya lo véis, los adoro. ¿Vosotros tenéis algún objeto navideño que os guste especialmente?


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